Lucía Martínez Moctezuma (coord.)
En el verano de 1893, el periodista, escritor y senador francés Hugues Le Roux realizó un viaje de estudios al norte de Europa para conocer los avances en la enseñanza de la gimnasia. Tradujo sus impresiones en un informe que revelaba su entusiasmo con este descubrimiento: el perfeccionamiento del hombre común se logra con la práctica de la gimnasia científica de Ling. Pero el interés no fue circunstancial, porque estas novedades se difundieron también en América Latina. En México se publicó muy pronto uno de los primeros libros de esta disciplina, cuya traducción al castellano era de la autoría del argentino Domingo Faustino Sarmiento: La gimnasia sueca. Manual de gimnasia racional al alcance de todos y para todas las edades, escrito por dos de los seguidores de Ling, L. G. Kumlien y Emile André. Desde entonces, maestros, médicos y autoridades educativas escribieron, tradujeron y adaptaron otros textos pero también discutieron y diseñaron planes y programas que atendían el mejoramiento intelectual, moral y físico del ciudadano americano. ¿Cómo circularon estos saberes?, ¿cómo se adaptaron?, ¿en qué condiciones se practicaron en las salas de clase? Estas son algunas de las preguntas a las que hemos querido responder un grupo de especialistas en el tema. Con este libro queremos discutir y analizar los cuerpos desde una óptica social, cultural e histórica. Examinamos actores, instituciones, discursos y políticas, configurados en torno a una disciplina escolar en particular y a la cultura física en general, identificando las disputas, los sentidos y los significados particulares no sólo sobre los cuerpos, sino también sobre los géneros, la moral, la política y la nación.
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